jueves, 1 de diciembre de 2011

GRAPO

Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre

(Redirigido desde GRAPO)
Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO)
Bandera del GRAPO.svg
Operacional 1975 - 2007
Objetivos Establecer en España una república socialista de tipo maoísta.
Regiones activas España
Ideología Extrema izquierda, comunismo, socialismo, pensamiento Mao Tse Tung, antifascismo.
Estatus El Gobierno de España considera que tanto los GRAPO como su brazo político, el PCE(r), constituyen una sola estructura terrorista.
Los GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) son una organización terrorista española, de extrema izquierda, con una fuerte inspiración maoísta nacida en 1975. Tras múltiples anuncios de su desarticulación por parte de las fuerzas de seguridad españolas, la organización, o al menos grupos que así lo revindican, siguen funcionando con una mínima intensidad, produciéndose sucesivas detenciones hasta la actualidad.
En 2006, la Audiencia Nacional consideró probado que los GRAPO eran el brazo armado del Partido Comunista de España (reconstituido), el cual dirigía la organización.1

Contenido

Historia

Primeros años (1968-1975)

Sus orígenes se remontan a 1968, con el nacimiento en París de la Organización de Marxistas-Leninistas Españoles (OMLE), un grupo de comunistas cercanos al maoísmo2 escindidos del Partido Comunista de España, que acusaba de "revisionistas" no solo al PCE, sino también a la URSS y a los partidos que la apoyaban. La OMLE se autodisolvería durante su primer congreso, en 1975, surgiendo de ahí el PCE(r) y su brazo armado: los GRAPO[cita requerida].
La primera acción armada que todos los medios están de acuerdo en atribuir a los GRAPO tuvo lugar el 2 de agosto de 1975, en el canódromo de Madrid, cuando Enrique Cerdán Calixto, Abelardo Collazo Araújo y José Luís González Zazo, alias "Caballo", atentaron contra dos miembros de la Guardia Civil en un Simca 1000 de color blanco, resultando muerto Casimiro Sánchez García, y su compañero, herido de gravedad.3 Sin embargo, según la página Testimonios Víctimas del Terrorismo, el primer muerto atribuible a esta banda armada sería Juan Antonio Alba Escalera (Barcelona, 8 de Octubre de 1975).4 Unos días después del atentado del 2 de agosto, se perpetró otra acción terrorista (esta vez en Barcelona), acabando con la vida del agente de la Policía Armada Diego del Río Martín. Era el 29 de septiembre de 1975.5
El atentado que dio nombre a la banda se produjo tan sólo dos días después, el 1 de octubre de 1975, contra cuatro miembros de la Policía Armada en Madrid. Las víctimas fueron Joaquín Alonso Bajo, Agustín Ginés Navarro, Antonio Fernández Ferreiro y Miguel Castilla Martín. Al que estaba en la Avenida del Mediterráneo lo asesinaron Enrique/Fernando (según el diario ABC y Pío Moa, respectivamente) Cerdán Calixto (alias "Costa", autor del disparo y jefe del comando), Pío Moa Rodríguez (alias "Verdú", el que, supuestamente, le fracturó el cráneo con un martillo, extremo que desmiente él mismo6 ) y un estudiante perteneciente a la Organización Democrática de Estudiantes Antifascistas (ODEA), Francisco Brotons Beneyto (más tarde miembro del Comité Central del Partido) que actuó como conductor; al que estaba en la calle Marqués Corbera lo asesinaron Eugenio Jesús Bueno de Pablos (autor de los disparos), José María Sánchez Casas y Juan Carlos Delgado de Codes, alias "Herrera" y jefe del comando; el que fue asesinado en la calle Agustín de Foxà, junto a la Plaza Castilla, lo fue por el comando dirigido por Abelardo Collazo Araújo (alias "Alfonso", autor de los disparos), Balmón Castell y otro miembro que actuaba como conductor; el que estuviera en la calle Valmojado, fue asesinado por Manuel Gil Araújo (alias "José") y por Fernando Hierro Chomón, autor de los disparos de escopeta de cañón recortado que acabaron con su vida.3 Este cuádruple asesinato es en respuesta a los cinco últimos fusilamientos en España durante la dictadura franquista. Se trata de tres miembros del FRAP y dos miembros de ETA, que se produjeron el 27 de septiembre de 1975.

Tras la muerte de Franco (1975-1982)

Tras la muerte de Franco, los GRAPO continuaron su actividad armada mediante la realización de acciones terroristas más violentas. En esos primeros años de la Transición, los GRAPO realizaron secuestros y atentados con una fuerte repercusión social. La amnistía de 1976 y los golpes policiales convirtieron al PCE(r) en un grupo residual y muy minoritario. Los GRAPO mantuvieron esporádicamente sus acciones armadas a pesar de que varias veces se dio por desmantelada a la organización. Sólo unos pocos militantes siguieron colocando explosivos, realizando atracos y extorsionando a empresarios contando con un casi nulo apoyo social. A lo largo de su historia han asesinado a más de 80 personas, la mayoría policías y militares.
En 1976 secuestraron al presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, y posteriormente, ya en 1977, también secuestraron al presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, Emilio Villaescusa Quilis. Estos dos secuestros finalizaron el 11 de febrero tras ser liberados por la policía. El 8 de enero de 1979 asesinaron al presidente de la Sala VI del Tribunal Supremo español, Miguel Cruz Cuenca, y perpetraron un atentado contra una cafetería madrileña que produjo ocho muertos.

Declive (Desde 1982)

En 1982 ofrecen un alto el fuego y, tras las negociaciones con el Ministerio del Interior en 1983, los GRAPO pierden aún más apoyo ya que parte de sus miembros abandonaron las armas.
En 1987 se reorganizan con un nuevo comando itinerante. Meses más tarde, en 1988, asesinan en su vivienda del centro de La Coruña al empresario gallego Claudio San Martín, entonces presidente de Caixa Galicia.
En 1995 secuestran en Zaragoza al empresario Publio Cordón; si bien la banda siempre argumentó que había sido liberado, nunca se supo nada más de dicha persona. En 1996 sale a la luz que el gobierno de José María Aznar estaba negociando con la banda su abandono de las armas, pero estas negociaciones no dieron fruto. En 1999 vuelven a confirmar su permanencia asaltando una sucursal bancaria en Valladolid y colocando una bomba en una sede del PSOE en Madrid.
En 2000, en un intento de atraco a un furgón blindado en Vigo, matan a dos vigilantes de seguridad y a otro lo dejan herido de gravedad. Ese mismo año es desmantelada la cúpula de la organización con la detención en París de siete dirigentes. El 17 de noviembre de 2000, la banda mata a un agente de policía que patrullaba en solitario en el barrio madrileño de Carabanchel, de un tiro en la nuca. Además, colocan diversas bombas contra empresas y edificios públicos. En 2002 son detenidos catorce miembros de la organización (8 en Francia y 6 en España) quedando la banda prácticamente desmantelada. Sin embargo, en 2003 vuelven a reaparecer con el atraco a una sucursal bancaria en Alcorcón, y son arrestados otros 18 miembros de la organización. Ese mismo año el juez Baltasar Garzón suspendió las actividades del PCE(r) (aunque el PCE(r) nunca fue un partido legal, sino alegal) por considerarlo el brazo político de los GRAPO.
El 6 de febrero de 2006 los GRAPO reaparecen, ocasionando la muerte de Ana Isabel Herrero e hiriendo a su esposo, el empresario Francisco Colell, dueño de una empresa de trabajo temporal, en un tiroteo ocurrido en la calle Cervantes de Zaragoza y reivindicándolo mediante una carta remitida a la delegación de la cadena de televisión Antena 3 en esa misma ciudad. El 26 de febrero es detenido Israel Torralba como presunto autor del atentado, a quien también se atribuyen los asesinatos de la banda cometidos en el año 2000[2].
El 9 de junio de 2006, fruto de la investigación tras el atentado de Zaragoza, se detiene en la localidad catalana de Reus a otros tres miembros de los GRAPO, entre ellos el considerado su máximo dirigente de la banda en el momento, Juan García Martín(El País, Indymedia).
El 4 de julio de 2006, dos miembros de los GRAPO atracan una sucursal de Caixa Galicia en Santiago de Compostela. Secuestran durante una hora, y a cara descubierta, al director de la agencia 1 de Caixa Galicia en la ciudad. Tras asaltarlo en plena calle Rosalía de Castro, lo encañonan con una pistola y le acompañan hasta la sucursal bancaria, ubicada en el número 89 de esta calle, para atracarla. Se hicieron con un botín de, aproximadamente, 20.000 euros.
La investigación policial apunta que los atracadores son Israel Clemente y Jorge García Vidal. Según fuentes de la investigación, son los integrantes de los GRAPO que presuntamente asesinaron a Ana Isabel Herrero en Zaragoza el 6 de febrero de 2006, y que atracaron otro banco en Castellón de la Plana el 16 de marzo de 2006, hiriendo de un tiro en la pierna al director de la entidad.
En junio de 2007 se produjo la supuesta desarticulación de la estructura de los GRAPO, registrando dos pisos francos en Barcelona. El 11 de mayo de 2009, la policía francesa encontró un zulo de los GRAPO cerca de París, que funcionaba a modo de arsenal, desmintiendo así la supuesta desarticulación de los GRAPO.

Militantes históricos

  • Fernando Silva Sande: miembro de la banda desde 1975, fue el máximo responsable de la organización terrorista en el terreno militar. Tras ser detenido y cumplir condena varias veces, en 1992 se fugó de la prisión de Granada, volviendo a ser detenido en París en noviembre de 2000.
  • Enrique Cuadra Echeandía: condenado en 1998 a 27 años de prisión por el secuestro del empresario aragonés Publio Cordón. Está considerado como el responsable del comando, la persona que recibió la orden de ejecutar el secuestro de una persona adinerada para recaudar fondos para la banda.
  • Francisco Brotons Beneyto: dirigente en los años más sangrientos de la banda. Fue detenido en Benidorm en 1977 pero se fugó dos años después. Interlocutor en las negociaciones de 1996 en las que trató, sin éxito, de llegar al abandono de la lucha armada, pasaría 25 años en la cárcel tras su detención en 1980. Es autor de Memoria antifascista: Recuerdos en medio del camino, Navarra, Miatzen, 2002.
  • Fernando Hierro Chomón: autor de numerosos atentados, fue detenido en agosto de 1977 pero se fugó de la prisión un año después. De nuevo detenido en 1980, pasó 20 años en prisión. Participante en las negociaciones con el gobierno en 1996, fue detenido en París en 2002.
  • Josefina "Fina" García Aramburu: detenida en 1979 por pertenencia al Comité Central del PCE(r) en Madrid, fue liberada en 1981. Posteriormente se la considera integrante del Comando Central de los GRAPO en el que habría ordenado y participado en diversas acciones terroristas (atracos, extorsiones, colocación de explosivos...) entre las que se incluyen el asesinato de dos policías nacionales en Barcelona, un Teniente de la Policía Nacional en Valencia7 y un guardia civil en La Coruña. Detenida de nuevo en 1983 junto con su esposo Joaquín Calero Arcones permanecerá en prisión hasta 2000. Al año siguiente vuelve a pasar a la clandestinidad integrándose en el Comité Central del PCE(r) y en 2002 la detiene la policía francesa en París. Juzgada y condenada en Francia, fue extraditada a España en 2006 permaneciendo en prisión hasta febrero de 2008.
  • José María Sánchez Casas: dirigente y miembro fundador de la banda. Mantuvo prolongadas huelgas de hambre en los años 1989 y 1991. Excarcelado en julio de 1997, tras permanecer 18 años en prisión. Falleció en 2001 mientras esperaba un trasplante de corazón.

Las víctimas

Artículo principal: Anexo:Víctimas de los GRAPO
A lo largo de su historia los GRAPO acumulan 23 asesinatos y 3 secuestros, los dos primeros resueltos por las fuerzas policiales con la liberación de los secuestrados y el último sin esclarecer.

Véase también

Bibliografía

  • Brotons, Francisco, Memoria antifascista: Recuerdos en medio del camino, Navarra, Miatzen, 2002.
  • Gómez Parra, Rafael. GRAPO: Los Hijos de Mao, Madrid, Editorial Fundamentos, 1991.
  • Novales, Fernando. El tazón de hierro: Memoria personal de un militante de los GRAPO, Madrid, Editorial Crítica, 1989.
  • Moa, Pío. De un tiempo y de un país, Encuentro, Madrid, 2002. ISBN 84-7490-657-1

Referencias

Enlaces externos

Anarcotaoísmo

"Taoísmo y Anarquismo

El anarquismo usualmente se considera un fenómeno reciente y occidental,
pero lo cierto es que sus raíces alcanzan a las profundas
civilizaciones antiguas de oriente. La primera expresión clara de una
sensibilidad anarquista puede ser ubicada en el Taoismo en la China
antigua de alrededor del sexto siglo antes de Cristo. Ciertamente, la
principal obra Taoista, el Tao te ching, puede ser considerada uno de
los mejores clásicos anarquistas.



    A medida que aumentan las leyes limitando la acción de los hombres, éstos se empobrecen; si abundan armas poderosas el estado se vuelve caótico; a medida que aumenta el número de leyes y decretos aumenta también el número de ladrones. -Lao Tse




Los Taoistas de la época vivían en una sociedad feudal en la cual la ley
estaba codificada y el gobierno progresivamente era más centralizado y
burocrático. Confucio fue el portavoz principal de la escuela legalista
que apoyaba este desarrollo, y pedía una jerarquía social en la cual
cada ciudadano supiera cuál iba a ser su sitio. Los Taoistas por su
parte rechazaban el gobierno y creían que eso todo podía vivir en
armonía natural y espontánea. El conflicto entre los que deseaban
interferir y los que creían que las cosas florecían mejor cuando la se
las dejaba solas ha continuado desde entonces.



Los Taoistas y los Confucianos estaban ambos embebidos en la antigua
cultura china. Compartían una visión similar de naturaleza, pero
difirerían fuertemente en sus visiones morales y políticas. Ambos tenían
una actitud de confianza respetuosa hacia la naturaleza humana; la
noción cristiana de pecado original está enteramente ausente de su
pensamiento. Ambos creían que los seres humanos tienen una
predisposición innata para la bondad que se revelaba en la reacción
instintiva de cualquiera que ve un chiquillo cayendo a un pozo. Ambos
decían defender el Tao o el camino de los ancianos y buscaban establecer
un orden voluntario.



Pero mientras que los Taoistas estaban principalmente interesados en la
naturaleza y se identificaban con ella, los Confucianos eran más
mundanos y preocupados en la reforma de la sociedad. Celebraban los
Confucianos las virtudes tradicionalmente “masculinas”, les gustaba el
deber, la disciplina y la obediencia, mientras que los Taoistas
promocionaban los valores “femeninos” de receptividad y pasividad.



Aunque ha ayudado a formar la cultura china tanto como el budismo y el
confucianismo, el taoísmo por su propia naturaleza nunca se convirtió en
culto oficial. Permaneció dentro del pensamiento chino. Sus raíces
crecian en la cultura popular en el amanecer de civilización china pero
emergieron en el sexto siglo AC como una combinación notable de
filosofía, religión, de protociencia y magia.



El exponente principal de taoísmo viene a ser Lao Tzu (o Lao Tsé), que
quiere decir “el viejo Filósofo”. Nació alrededor del 604 AC en una
familia noble en la provincia de Honan. Rechazó su posición hereditaria
como noble y se convirtió en un curador de la biblioteca real en Loh.
Durante toda su vida siguió el camino del silencio -”El Tao que puede
decirse que no es el Tao eterno”, enseñaba. Según la leyenda, cuando él
fue al desierto para morir, fue persuadido por un guardián de una puerta
al noroeste de China para poner por escrito sus enseñanzas para la
posteridad.



Parece probable sin embargo que el Tao te ching que se atribuye a Lao
Tzu, no fuera escrito hasta el tercer siglo AC. Ha sido llamado por el
estudioso chino Joseph Needham “sin excepción el trabajo más profundo y
bello en el lenguaje chino”. El texto consta de ochenta y un capítulos
pequeños en forma poética. Aunque a menudo muy oscuros y paradójicos,
ofrecen no sólo la más temprana sino también la exposición más elocuente
de los principios anarquistas.



Es imposible apreciar la éticas y la política del taoísmo sin una
comprensión de su filosofía de naturaleza. El Tao te ching celebra al
Tao, o camino, de naturaleza y lo describe cómo el que debería seguir la
persona sabia. La concepción Taoista de naturaleza se basa en los
principios chinos antiguos del yin y el yang, opuestos pero
complementarios en el cosmos que constituye el ch’i (la energía de
materia) del cual todos los seres y fenómenos se forman. Yin es el poder
femenino y supremo, caracterizado por la oscuridad, el frío, y la
receptividad y asociado con la luna; El yang es la contrapartida
masculina de brillo, calor, y actividad, y es identificado con el sol.
Ambas fuerzas están trabajando dentro de los hombres y mujeres así como
también en todas las cosas.



El Tao mismo sin embargo no puede ser definido … es anónimo y deforme.
Lao Tzu, tratando vanamente de describir lo que es inefable, lo compara a
una vasija vacía, un río fluyendo hacia el mar, y un bloque de piedra
no pulida. ‘El Tao, afirma, sigue lo que es natural. Es la forma en la
cual el universo opera, el orden de la naturaleza que da a todas las
cosas su ser y los sustenta.



El gran Tao fluye por todas partes, tanto a la izquierda como a la
derecha. Las diez mil cosas dependen de eso; no frena a ninguna. Cumple
su propósito silenciosamente y no hace reclamaciones.



Needham lo describe no tanto como una fuerza, sino como un “tipo de curvatura natural del tiempo y el espacio” .



Como a la mayoría de los anarquistas posteriores, los taoistas ven el
universo en un estado continuo de flujo. La realidad está en un estado
de proceso; todo cambia, ninguna cosa es constante. También tienen un
concepto dialéctico del cambio como interacción dinámica, como fuerzas
antagónicas. La energía fluye continuamente entre los polos del yin al
yang. Al mismo tiempo, acentúan la unidad y la armonía de naturaleza. La
naturaleza es autosuficiente e increada; no hay necesidad de postular
un creador consciente. Es una visión que no sólo recuerda al filósofo
griego Heráclito sino que coincide con la descripción del universo
presentada por los físicos modernos. La moderna ecología social, que
acentúa la unidad en la diversidad, el crecimiento orgánico y el orden
natural, refleja la visión taoista del mundo.



El acercamiento a la naturaleza recomendada por Lao Tzu y los Taoistas
es de receptividad. Donde los confucianos quieren conquistar y sacar
provecho de la naturaleza, los taoistas trata de contemplarla y
entenderla. El acercamiento tradicionalmente “femenino” del taoismo a la
naturaleza sugiere que su forma de pensar perfectamente pudo haber sido
desarrollada en una sociedad matriarcal. Mientras a primera vista
podría parecer una actitud religiosa, de hecho animaba un punto de vista
científico y democrático entre los taoistas. No imponiendo sus
prejuicios, podían comentar y de ahí aprender a canalizar su energía
beneficiosamente.



Los taoistas estaban primordialmente interesados en la naturaleza pero
su concepción del universo tenía corolarios importantes para la
sociedad. Un sistema definitivo de éticas y política emergía. No hay
valores taoistas absolutos; el bien y el mal, como el yin y el yang, se
relacionan. Su interacción es necesaria para crecer, y para lograr algo
es a menudo mejor comenzar por su opuesto. No obstante, un ideal de la
persona sabia emerge en las enseñanzas taoistas: es humilde, sincera,
espontánea, abundante y abstraída. Para los taoistas, el arte de vivir
se encuentra en la simplicidad, la no-aseveración y el juego creativo.



Central para las enseñanzas taoistas es el concepto de wu-wei. Es a
menudo traducido como no-acción. De hecho hay chocantes similaridades
filológicas entre “anarquismo” y “wu-wei”. Justamente como “an-archos”
en griego quiere decir ausencia de autoridad, wu-wei significa carencia
de wei, donde wei se refiere a la actividad “artificial, que interfiere
con el desarrollo natural y espontáneo” . Desde un punto de vista
político, wei se refiere a la imposición de la autoridad. Hacer algo
conforme al wu-wei es actuar de forma natural; conduce al orden natural y
espontáneo. No tiene nada que ver con todas las formas de autoridad
impuesta.



El Tao te ching es realmente claro acerca de la naturaleza de fuerza. Si
usamos la fuerza, física o moral, para mejorarnos a nosotros mismos o
al mundo, simplemente gastamos energía y nos debilitamos: ‘El uso de la
fuerza es seguido por la pérdida de fuerza ‘ . Se deduce que los que
hacen la guerra sufrirán en consecuencia: ‘un hombre violento morirá
violentamente ‘. En cambio, el abandono es a menudo lo mejor para
vencer: ‘Bajo cielo ninguna cosa es más suave y flexible que el agua
incluso para atacar lo sólido y lo fuerte, es lo mejor; No tiene igual.
Los débiles pueden vencer a los fuerte; lo ágil pueden vencer a lo
rígido.’ La apacibilidad gentil recomendada por los taoistas no es una
forma de sumisión pesimista sino una llamada para el uso creativo y
efectivo de la energía.



‘Practica la no-acción. Trabaja sin hacer ‘ , Lao Tzu recomienda. En su
concepto de wu-wei, los taoistas no están urgiendo a la no-acción en el
sentido de inercia, sino más bien condenando la actividad antinatural.
No es la ociosidad lo que alaban, sino el trabajo sin esfuerzo, ansiedad
y complicación, el que va con y no contra el devenir de las cosas. Si
la gente practicase wu-wei en el espíritu correcto, entonces el trabajo
perdería su aspecto coercitivo. No sería emprendido por sus resultados
útiles sino por su valor intrínseco. En lugar de ser evitado como una
plaga, el trabajo sería transformado en juego espontáneo y
significativo: ‘Cuando las acciones se realizan sin discursos
innecesario, la gente dice, ” ¡lo logramos!” ‘ .



Si la gente seguía su consejo, entonces los taoistas sugerían, que
vivirían una vida larga con buena salud física y mental. Una de sus
creencias fundamentales era que “lo que sea contrario al Tao no durará
bastante”, mientras él que se llena de virtud es como un chiquillo
nacido nuevo. Para prolongar sus vidas los taoistas recurrieron a
técnicas como el yoga o la alquimia.



El principio más importante del centro de sus enseñanzas sin embargo era
la creencia de que ‘ El mundo se rige dejando las cosas seguir su
curso. No puede regirse interfiriendo.’ Las raíces más profundas de la
visión taoista del wu-wei probablemente residen la sociedad matriarcal
en la China antigua. El ideal taoista era una forma de colectivismo
agrario que trataba de recapturar la unidad instintiva con la naturaleza
que los seres humanos habían perdido al desarrollar una cultura
artificial y jerárquica. Los campesinos son con naturalidad sabios de
muchas formas. Por la experiencia difícil, se abstienen de la actividad
antinatural y se dan cuenta de que para cultivar plantas deben entender y
co-operar con los procesos naturales. Y justamente como las plantas
mejoran cuando son permitidas a seguir sus naturalezas, así es que los
seres humanos prosperarán cuando menos interferidos estén. Fue esta
compenetración con la naturaleza la que condujo a los taoistas a
rechazar todas las formas de autoridad impuesta, gobierno y Estado.
También los convirtió en los precursores del anarquismo moderno y la
ecología social.



Se ha alegado que el taoísmo no rechaza el Estado como una estructura
artificial, solamente más bien la ve como una institución natural,
análoga quizá a la familia. Mientras el Tao te ching indudablemente
rechaza el poder autócrata, se puede leer a veces como si aconsejara a
los gobernantes a mejorar el gobierno:



    Si el sabio guia a la gente, entonces él debe servirla con humildad. Si los dirige, entonces debe seguirla. De este modo cuando el sabio domine, la gente no se sentirá oprimida




Bookchin llega inclusive a pretender que el taoísmo fue usado por una
élite para fomentar la pasividad en el campesinado negándoles elección y
esperanza.



Ciertamente Lao Tzu dirige el problema del liderazgo y llama al sabio
verdadero a actuar con la gente y no por encima de ella. El mejor
gobernante deja sola a su gente para seguir con sus actividades
tranquilas y productivas. Él debe confiar en su buena fe para ‘ Él quien
no confía lo bastante no será confiado.’ Si un gobernante interfiere
con su gente en vez de dejarla seguir sus propósitos, entonces sólo
seguirá el desorden: ‘Cuando el país está desordenado y en un caos, los
ministros Leales aparecen.’ En una sociedad bien ordenada,



    El hombre sigue a la tierra. La tierra sigue al cielo. El cielo sigue al Tao. El Tao sigue a lo que es natural.




Sin embargo una lectura más profunda del Tao te ching hace ver que éste
no se preocupa de ofrecer consejos maquiavélicos a los gobernantes o aún
del “arte de gobernar”. La persona que genuinamente entiende el Tao y
lo aplica al gobierno llega a la conclusión inevitable de que el mejor
gobierno no gobierna en absoluto. Lao Tzu no ve otra cosa que mal
respecto al gobierno. Ciertamente, él ofrece lo que podría ser descrito
como el primer manifesto anarquista:



    Cuantas más leyes y restricciones hay La gente más pobre se hace. Cuanto más afiladas estén las armas de los hombres más problemas hay en la tierra. Cuanto más ingeniosos y listos son los hombres más cosas extrañas ocurren. Cuantas más reglas y regulaciones más ladrones y criminales. Por eso el sabio dice: No actúo y la gente se reforma. Disfruto de la paz y la gente se vuelve honesta. Me cruzo de brazos y la gente se hace rica. No tengo deseos y la gente vuelve al bien y a la vida simple




Contenido dentro de la poesía maravillosa del Tao te ching, hay una
crítica social muy real. Critica agudamente la burocracia, la
belicosidad y la naturaleza comercial del orden feudal. Lao Tzu
específicamente ve la propiedad como una forma de ladrón: ‘Cuando la
corte está en orden y esplendor, los campos están llenos de rastrojos, y
los graneros están desnudos.’ Él rastrea las causas de la guerra para
la distribución desigual: ‘Reclama riqueza y títulos, y el desastre
seguirá ‘ Habiendo atacado el feudalismo con sus clases y propiedad
privada, él ofrece el ideal social de una sociedad sin clases, sin
gobierno ni patriarcado en el cual la gente vive vidas simples y
sinceras a tono con la naturaleza. Sería una sociedad descentralizada en
la cual los bienes son producidos y compartidos en común con la ayuda
de la tecnología apropiada. La gente sería fuerte pero sin necesidad de
mostrar su fuerza; sabia, pero sin presencia de aprendizaje; productiva,
pero sin involucrarse en ningún trabajo innecesario. Aun preferían
contar anudando cuerdas en vez de escribiendo en libros mayores:



    Un país pequeño tiene menos gente. Aunque hay máquinas que pueden operar diez o cien veces veces más rápido que el hombre, no son necesarias. La gente toma en serio la muerte y no viaja lejos. Aunque tienen botes y carruajes, ninguno los usa. Aunque tienen armadura y armas, ninguno las despliega. Los hombres regresan al ábaco en lugar de escribir. Su comida es simple y buena, sus ropas finas pero simples, sus casas seguras; Están felices en sus formas. Aunque viven a la vista de sus vecinos Y el cacarear del gallo y el ladrar de los perros se oyen enfrente pero se dejan el uno al otro paz mientras se hacen viejos y mueren.




La tendencia ácrata de los taoistas aparece aún más fuerte en las
escrituras del filósofo Chuang Tzu, quien vivió entre 369-286 AC. Su
trabajo consta de argumentos intercalados con anécdotas y parábolas que
exploran la naturaleza del Tao, el gran proceso orgánico del cual el
hombre es parte. No se dirige a un gobernante particular. Como el Tao te
ching, rechaza todas las formas de gobierno y celebra la existencia
libres del individuo autodeterminado. El tono de principal del trabajo
es en forma de parábola que trata acerca de los caballos:



    Los caballos viven en la tierra seca, comen hierba y beben agua. Estando contentos, friccionan sus cuellos. Cuando están enojados, dan la vuelta y se patean con sus talones al otro. Hasta ahora sólo su impulso natural les guía. Pero bridados y amarrados, con un plato de metal en sus frentes, aprenden a tener un aspecto en general cruel, a dar vuelta a la cabeza y morder, a resistir, para sacar el bocado o la brida de sus bocas. Y así sus naturalezas se convierten en depravadas.




Al igual que con los caballos, así ocurre con los seres humanos. Dejados
a su albedrío viven en armonía natural y orden espontáneo. Pero cuando
son coercidos y regidos, sus naturalezas se vuelven crueles. Se deduce
que los príncipes y los gobernantes no deberían coercer a su gente a
obedecer leyes artificiales, sino que las deberían dejar que siguieran
sus disposiciones naturales. Tratar de gobernar al pueblo con leyes y
regulaciones sintéticas es absurdo e imposible: ‘¡Como el intento de
abrirse paso a través del mar, labrar un pasaje a través de un río, o
hacer que un mosquito atraviese una montaña!’. En realidad, las
condiciones naturales de nuestra existencia no requieren ayudas
artificiales. La gente dejada a sí misma seguirá actividades pacíficas y
productivas y vivirán a tono con los demás y con la naturaleza.



En un ensayo “Dejando Solo”, Chuang Tzu afirmó trescientos años antes de
Cristo la proposición fundamental del pensamiento anarquista que ha
reverberado a través de la historia desde entonces:



    ‘Ha habido tal cosa siempre que se deja al género humano solo; nunca ha habido tal cosa con un género humano gobernante. Dejando solas a las fuentes del miedo para que las disposiciones naturales de los hombres no sean pervertidas y su virtud dejada a un lado. ¿Pero si sus disposiciones naturales no son pervertidas ni su virtud dejada a un lado, entonces qué espacio queda para el gobierno? ‘Los Taoistas por consiguiente apoyaban una sociedad libre. Sin gobierno para que los individuos sean dejados a sí mismos. Pero al perseguir sus intereses, no olvidarían los intereses de los otros. No es un egoísmo tétrico lo que se recomienda. La persecución del bien personal involucra una preocupación por el bienestar general: cuanto más hace una persona por los demás, más tiene; cuanto más da a los demás, mayor es su abundancia. Como expone el texto taoista Huai Nan Tzu, “Poseer el imperio (poder)” significa ‘realización personal’. Si me realizo entonces el imperio también se me realiza. Si el imperio y yo nos realizamos el uno al otro, entonces siempre nos poseeremos el uno al otro.’




Los seres humanos son finalmente individuos pero son también seres
sociales, parte del todo. Anticipandose a los descubrimientos de
ecología moderna, los ‘ Taoistas creían que cuanto mayor individualidad y
diversidad haya, mayor será la armonía total’. El orden espontáneo de
la sociedad no excluye el conflicto pero éste implica una interacción
dinámica de fuerzas opuestas. Así la sociedad es descrita por Chuang Tzu
como:



    un acuerdo entre un cierto número de familias e individuos para mantener ciertas costumbres. Los elementos discordantes se unen para forjar un todo armonioso. Substraigamos esta unidad y cada uno tendrá una individualidad separada. . . .Una montaña es alta por sus partículas individuales. Un río es grande por sus gotas individuales. Y es un hombre justo quien estima a todas las partes desde el punto de vista del todo.




El taoísmo ofrecía así la primera y una de las más persuasivas
expresiones del pensamiento anarquista. Sus ideas morales y políticas
estaban firmemente afincadas en un punto de vista científica del mundo.
Aunque la filosofía taoista (Tao chia) contiene elementos espirituales y
místicos, el temprano acercamiento receptivo de los taoistas a la
naturaleza anima una actitud científica y unos sentimientos
democráticos. Reconocieron la unidad en la diversidad de la naturaleza y
la universalidad de transformación. En su ética, animaron el
comportamiento espontáneo y el desarrollo propio en el contexto mayor de
la naturaleza: producción con posesión, acción sin presunción y
desarrollo sin dominación. En su política, no sólo urgieron a los
gobernantes que dejaran a sus súbditos y se opusieron a la enseñanza
burocrática y legalista de los confucianos, sino que también abogaban
como un ideal una sociedad libre y cooperativa sin gobierno en armonía
con la naturaleza.



El taoísmo no fue extendido por una élite para hacer a los campesinos
más dóciles y obedientes. El trasfondo social de los taoistas tendía a
ser de clase media baja, entre los señores feudales y la masa de
agricultores campesinos.



No estaban meramente ofreciendo consejo de cómo sobrevivir en las épocas
turbulentas doblándose al fuerte, conservando bajos beneficios, y
ocupándose de sus propios asuntos. Al contrario, el taoísmo fue la
filosofía de los que habían entendido que la naturaleza real del poder
temporal, la riqueza y el estado, lo suficientemente bien para
encontrarse radicalmente opuestos. Lejos de ser una filosofía de fracaso
o de quietud, el taoísmo ofrece sabiduría profunda y práctica para los
que desean desarrollar la plena armonía de su ser."


Extraído del foro "decondicionamiento" www.13t.org/decondicionamiento

Maoísmo

Maoísmo

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Serie Comunismo
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El maoísmo o Pensamiento Mao Tse Tung (chino simplificado: 毛泽东思想, chino tradicional: 毛澤東思想, pinyin: Máo Zédōng Sīxiǎng), también llamado Marxismo-Leninismo-Maoísmo (MLM), es la teoría desarrollada por Mao Zedong (1894-1976).
En la República Popular China es la doctrina oficial del Partido Comunista de China. Sin embargo, tras las reformas iniciadas por Deng Xiaoping en 1978, tendientes a una economía de mercado, el socialismo con características chinas ha sido la política aplicada en el país, y la definición oficial y el rol del Pensamiento de Mao Zedong en este país ha sido radicalmente modificado, aunque su imagen todavía preside la Plaza de Tiananmen de Pekín.
El término maoísmo nunca ha sido empleado oficialmente por el Partido Comunista de China, excepto como palabra derivada. El término preferido ha sido siempre Pensamiento de Mao Tse Tung. De la misma forma, algunos partidos maoístas fuera de China se denominan en ocasiones a sí mismos como marxistas-leninistas y Pensamiento Mao, lo cual refleja su idea de que Mao no modificó sustancialmente los planteamientos de Lenin, sino que los desarrolló y adaptó a la Revolución China.
Sin embargo, otros partidos maoístas consideran que Mao realizó aportes teóricos y prácticos que significaron un desarrollo sustancial del leninismo, por lo que se denominan marxistas-leninistas-maoístas o simplemente maoístas. Por ejemplo, el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) se diferencia de otras organizaciones, como el Partido Comunista de Nepal (Marxista-Leninista Unificado), con dicho adjetivo. Hay partidos maoístas que sostienen que hoy es imposible defender la teoría de Marx y de Lenin sin estudiar y defender los aportes de Mao y la experiencia de la Revolución China en cuanto a la continuación de la lucha de clases, bajo nuevas formas, en el marco de la construcción de la sociedad socialista.
Fuera de China, el término maoísta fue usado desde la década de los 60, generalmente de manera hostil, para describir a los partidos y personas que apoyaban a Mao Zedong y su forma de comunismo, como opuesta a la forma aplicada en la URSS (considerados, a patir de la muerte de Iósif Stalin, revisionistas por los maoístas).

Contenido

 

Mao y el campesinado

Mao defendió la idea de que el campesinado era una fuerza revolucionaria que podría ser movilizada por el Partido Comunista con su conocimiento y liderazgo. Partía del hecho de que China era un país donde subsistían relaciones semifeudales, con una inmensa masa campesina oprimida por el latifundio, y que esa era la fuerza motor de la revolución, mientras que la fuerza directriz seguía siendo el proletariado. Por eso la Revolución China fue del campo a la ciudad. El modelo para esto fue la lucha armada con bases agrarias, la cual llevó al Partido Comunista de China al poder.

Estrategia militar

El maoísmo contiene una doctrina militar integral, la cual conecta explícitamente a la ideología política con la estrategia militar. Para el maoísmo, el poder nace del fusil (cita de Mao), y el campesinado puede ser movilizado para participar en la guerra popular de la lucha armada a través de una guerra de guerrillas en tres fases.
La primera fase consiste en la movilización del campesinado y el establecimiento de la organización. La segunda fase consiste en el establecimiento de bases rurales y el incremento de la coordinación entre las guerrillas. La tercera fase consiste en la transición a una guerra convencional.
El maoísmo se centra en la movilización masiva revolucionaria con industrias independientes creadas a lo largo del país, que provean a la población china de los recursos necesarios para vivir y de armas. La organización militar de las masas y el poder económico es necesario para defender el área revolucionaria de los ataques exteriores, mientras la centralización previene la corrupción a través de la supervisión y el control.
Mao es considerado un brillante estratega militar incluso por aquellos que se oponen a otras de sus ideas. Sus escritos sobre la guerra de guerrillas y la noción de guerra popular son ahora consideradas generalmente como lectura esencial para aquellos que desean conducir operaciones de guerrilla y para los que se oponen a la misma.
Las ideas militares maoístas parecen haber adquirido más relevancia al comienzo del siglo XXI en el exterior de China que dentro. Hay un consenso tanto dentro como fuera del Partido Comunista de China en torno a que las condiciones del país son muy diferentes a las de la década de los 30, por lo que existe un debate en torno a cómo podría ser aplicada la doctrina militar de Mao a las ideas miiltares del siglo XXI, especialmente la idea de revolución en asuntos militares.

Mao y la lucha de clases en el socialismo

Un concepto clave que distingue al maoísmo de otras ideologías comunistas es la afirmación de que tras la toma del poder subsisten las clases sociales y por lo tanto continúa la lucha de clases durante el gobierno socialista (como resultado de la contradicción antagonista fundamental entre el camino capitalista y el comunista). Incluso cuando el proletariado ha alcanzado el poder estatal a través de una revolución socialista, la burguesía tiene la capacidad potencial de restaurar el capitalismo.
Según el análisis maoísta, la experiencia soviética mostraba cómo la burocracia enquistada en el aparato estatal podía convertirse en una burguesía de nuevo tipo y restaurar el capitalismo. Evitar que esto sucediese en China fue la principal razón por la que se organizó la Revolución Cultural, en la cual Mao llamó a profundizar en el socialismo y desenmascarar a los revisionistas que se encontraban dentro del partido. Para los maoístas, fue una enorme lucha por el poder en las condiciones de la dictadura del proletariado, una lucha entre el camino socialista y el camino capitalista. Este fue un gran aporte al marxismo-leninismo.

El maoísmo y la URSS

Mao analizó los cambios producidos en la URSS tras la muerte de Stalin, y afirmó que tras el XX Congreso del PCUS se habían abandonado no sólo las banderas de Stalin, sino las de Lenin y Marx, comenzando así el proceso de restauración capitalista en lo que había sido la patria del socialismo. Mao afirmó que la URSS se había transformado en un país “socialfascista” hacia adentro (es decir: socialista de palabra pero fascista de hecho) y socialimperialista hacia fuera (socialista de palabra, imperialista de hecho); y que el PCUS y todos los partidos comunistas alineados a él se habían convertido en revisionistas e instrumentos de la dominación imperialista por parte de la Unión Soviética. Así comenzó una larga historia de tensión entre China y la URSS.
Para los maoístas, esto permitió esclarecer las razones de la restauración capitalista en la patria de Lenin y Stalin, y posteriormente en la China de Mao.

Mao y la valoración de Stalin

Para Mao, Stalin fue un defensor del leninismo, y logró grandes avances en la construcción del socialismo. No obstante, consideró que éste había cometido errores.
Mao defendió a Stalin, considerando que sus aciertos fueron mayores y más importantes que sus errores. Así, planteó que la tarea de los comunistas con respecto a Stalin es, primero, defenderlo, y luego criticarlo. Tal valoración de Stalin chocó tanto con las opiniones del PCUS y los Partidos Comunistas que de él dependían, como con las del trotskismo y del liberalismo y la socialdemocracia capitalistas, dividiendo aguas en la izquierda internacional.

Maoísmo en China

Desde la muerte de Mao en 1976 y las reformas de Deng Xiaoping en 1978, el gobierno de la República Popular China ha abandonado en la práctica el maoísmo, aunque el Pensamiento Mao Zedong sigue siendo nominalmente la ideología estatal. Los estatutos del partido han sido reescritos para dar a las ideas de Deng Xiaoping una mayor prominencia que a las de Mao. En dicho país está permitido cuestionar acciones particulares de Mao y criticarlas, pero existe la prohibición de cuestionar públicamente la validez del maoísmo y de las acciones presentes realizadas por el Partido Comunista de China en nombre del maoísmo.
El Partido ahora dice que el maoísmo fue necesario para romper con el pasado feudal del país, pero se considera que las acciones de Mao llevaron a excesos durante la Revolución Cultural. El punto de vista oficial es que China ha superado una fase económica y política, conocida como primera fase del socialismo, en la que el país se enfrenta a problemas nuevos y completamente diferentes a los que lo hizo Mao, por lo que las soluciones aplicadas por Mao ya no resultan operativas. Grupos maoístas, tanto en el mismo Partido Comunista de China como en el exterior, consideran que esta reescritura de la definición del maoísmo es una justificación ideológica para la restauración del capitalismo por Deng y sus sucesores.[cita requerida]
Mao es oficialmente reconocido por el Partido Comunista como un gran líder revolucionario por su papel en la lucha contra los japoneses y la creación de la República Popular China, pero el maoísmo es considerado actualmente por el Partido como un desastre económico y político. En los días de Deng, el apoyo al maoísmo ortodoxo era considerado una forma de desviación de izquierdas y una manifestación de culto a la personalidad, aunque dichas manifestaciones son atribuidas a la Banda de los Cuatro más que al propio Mao, quien las combatió.
Aunque estas categorías ideológicas y disputas son vistas como poco relevantes en la actualidad en China, dichas distinciones fueron muy importantes a comienzos de los 80, cuando el gobierno chino reflexionaba sobre cómo permitir reformas económicas sin destruir su propia legitimidad, y hay quienes argumentaron que el éxito de Deng en la reforma económica china fue en parte debido a su capacidad para justificar dichas reformas con una terminología maoísta.
Mucha gente en China continúa defendiendo el maoísmo revolucionario u ortodoxo, en contraste con la corrupción, desigualdades e injusticias del capitalismo que padece en la sociedad china actual.[cita requerida]. Algunos también consideran que la erosión y precariedad del trabajo, educación, salud, vivienda y otros derechos conquistados en la revolución son derivados de los nuevos planteamientos económicos capitalistas. El 24 de diciembre de 2004 cuatro manifestantes chinos fueron condenados a prisión por distribución panfletos titulados Mao siempre nuestro líder. Dichos panfletos atacaban a los líderes actuales considerándolos revisionistas imperialistas y llamaban a cambiar la línea [del Partido] y volver al camino socialista. Este incidente fue una de las primeras manifestaciones públicas del maoísmo chino difundidas por la prensa internacional, aunque es difícil determinar hasta qué punto se extiende ese sentimiento en la población china.

El maoísmo en el mundo

Desde 1962 la crítica a la política soviética realizada por el Partido Comunista de China provocó varias divisiones en los partidos comunistas a lo largo del mundo. En un primer momento, el Partido del Trabajo de Albania apoyó a China, como también hicieron muchos partidos comunistas en el Sudeste Asiático, como el Partido Comunista de Tailandia, el Partido Comunista de Indonesia, etc. Algunos partidos asiáticos, como el Partido Comunista de Vietnam y el Partido de los Trabajadores de Corea intentaron tomar una posición intermedia. En Occidente y el Sur, un buen número de partidos y organizaciones mantenían contactos con el Partido Comunista de China, tomando nombres como Partido Comunista (Marxista-Leninista) o Partido Comunista Revolucionario para distinguirse de los partidos comunistas prosoviéticos tradicionales. Los movimientos maoístas estaban, en la mayoría de los casos, formados principalmente por las oleadas del radicalismo estudiantil durante los años 60 y 70. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China surgió un movimiento comunista internacional paralelo, aunque nunca fue tan homogéneo y formalizado como la tendencia proclive a Moscú.
Cartel propagandístico chino de 1950 mostrando africanos leyendo un libro de Mao
Tras la muerte de Mao en 1976 y la detención de la Banda de los Cuatro, el movimiento maoísta pasó a denunciar el nuevo liderazgo como traición a la causa del marxismo-leninismo Pensamiento Mao Zedong.
El movimiento maoísta internacional actual agrupa a los que se enfrentaron a Deng, y consideraban que éste se distanciaba del maoísmo, y otros más modernos. Si bien, no son muchos los partidos que se reivindican estrictamente maoístas, en numerosos países de casi todos los continentes se encuentran partidos que defienden los aportes de Mao al marxismo-leninismo, ya considerándose maoístas o “Pensamiento Mao”.
Durante los años 80 surgieron dos movimientos de reagrupación paralelos, uno en el que participaba el Partido Comunista de Filipinas (que dio nacimiento a la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas (Noticiario Internacional)), y el Movimiento Internacionalista Revolucionario (en el que participa el Partido Comunista del Perú). Ambas tendencias reivindicaban el marxismo-leninismo-Pensamiento Mao Zedong, aunque el Movimiento Internacionalista Revolucionario pasó después a emplear el término marxismo-leninismo-maoísmo.
Hoy las organizaciones maoístas, agrupadas en el Movimiento Internacionalista Revolucionario, tienen sus principales focos en el sur de Asia, con luchas armadas desarrolladas en Nepal, India y Bangladesh. Paralelamente a esta internacional se ha fundado una estructura regional, el Comité de Coordinación de los Partidos y Organizaciones Maoístas del Sur de Asia.
En todos los países de América del Sur hay partidos maoístas o marxistas-leninistas-pensamiento Mao Tse Tung. El Partido Comunista Marxista-Leninista de Ecuador organiza anualmente el Seminario Problemas de la Revolución en América Latina y el Mundo, que cuenta con la participación de decenas de partidos y movimientos de todo el mundo.
Algunos de los partidos u organizaciones que se consideran maoístas o pensamiento Mao en América del Sur y en Europa, son los siguientes:
Existe un grupo maoísta, el Movimiento Internacionalista Maoísta (MIM), radicado en Estados Unidos, con sus propias interpretaciones del maoísmo. Se opone al Movimiento Internacionalista Revolucionario, principalmente por el liderazgo que sobre él ejerce el Partido Comunista Revolucionario de los Estados Unidos, partido con el que ha polemizado dura y repetidamente el MIM.
Entre los teóricos maoístas occidentales destaca el francés Charles Bettelheim, quien influyó en los movimientos rebeldes de Francia de los años '60 y '70, y publicó ensayos sobre la transición a la fase socialista.

Véase también

Enlaces externos

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