Cuando te dueles por tu propio sufrimiento eres un organismo que funciona correctamente.
Si lo haces por el de las personas de tu entorno puedes considerarte un individuo socializado.
Al identificarte con el padecimiento de seres humanos ajenos a ti,
sabrás que trabaja adecuadamente tu inteligencia emocional en forma de
empatía.
Pero sólo cuando seas capaz de compartir el padecimiento de todas las especies, sólo entonces, podrás decir que eres un hombre
Julio Ortega
“Cuenta la historia que el rey Salomón podía hablar con las bestias, las aves, los peces y los gusanos. También puedo hacerlo yo, y no necesito para ello ningún anillo encantado. Por lo que a mí respecta, no considero muy noble emplear anillos mágicos en el trato con los animales. Sin tales encantamientos los seres vivos cuentan, al que sabe escucharlos, las historias más maravillosas, que son precisamente las verídicas”
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