Cuando la gente observa los pocos okapis cautivos en los zoos y los compara con las jirafas, raramente alguien aprecia sus similitudes, puesto que superficialmente presentan también marcadas diferencias. Ello puede ser debido al habitad de cada especie.
El hábitad de bosque ha afectado mucho al okapi, Su piel tiene un rico sombreado oscuro, con marcas blancas en las nalgas, patas y cuello. Esta coloración sirve para camuflar al animal en el bosque denso. Sus orejas son amplias, útiles para detectar el peligro cercano. Vive una vida relativamente solitaria, a causa de que es poco ventajoso unirse en rebaños cuando la visión es limitada, y el ruido de un grupo es mas facil de captar por su principal depredador, el hombre.

Como la jirafa, el okapi no es mudo, sino que emite algunas voces, por lo menos en cautividad, único lugar donde ha sido estudiado algo. Tambien como la jirafa, se alimenta ramoneando.
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